cuidame

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miércoles, 25 de mayo de 2011

Los animales de compañía conviven y comparten la vida de las personas y se ven favorecidos por los beneficios que su dueño les reporta, pero también sufren los inconvenientes propios de la familia con la que viven.

Los perros nerviosos o depresivos casi siempre lo son por culpa de sus dueños. El animal en la ciudad depende totalmente de su dueño y su ambiente familiar los cuales lo afectan directamente. El perro o gato no es capaz de resolver por sí mismo una situación conflictiva. Cae en estados de nerviosismo si su dueño no le ayuda a adaptarse a las condiciones de vida en la ciudad.

domingo, 3 de abril de 2011

De los problemas psicológicos que puede sufrir un perro, uno de los más habituales es la depresión, es decir, un estado patológico con disminución de toda la actividad psíquica que afecta, en especial, al componente afectivo. El problema de esta patología, en comparación con la humana, es que existe escasa experiencia terapéutica animal y la dificultad para tratar al perro, ya que no existe comunicación posible con él.